El mercado financiero de Argentina experimentó movimientos significativos este jueves, con caídas marcadas tanto en la Bolsa local como en Wall Street. El índice principal S&P Merval disminuyó un 5%, mientras que los ADR y bonos globales de compañías argentinas bajaron hasta un 11,4%, en un contexto de renovación parcial de vencimientos de deuda del Tesoro y la constante presión de elevados tipos de interés.
El retiro de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) el 10 de julio pasado dejó al mercado sin un indicador claro de tasas, llevando las operaciones entre agentes privados a niveles cercanos al 60% de tasa nominal anual. Esta circunstancia obligó al Tesoro a emitir seis instrumentos de deuda a corto plazo con altos rendimientos, sumando un valor efectivo de 9,15 billones de pesos, los cuales equivalen a aproximadamente 6.963 millones de dólares. La renovación de los pagos vencidos fue del 61,1%, pero las tasas máximas para los plazos cortos estuvieron alrededor del 55%, en contraste con una inflación proyectada para 2025 que ronda el 30%.
Volatilidad de tasas y su impacto en activos de riesgo
Desde la cancelación de las LEFI, el mercado opera con tasas endógenas, determinadas por la oferta y demanda de pesos. Esto ha provocado una amplia fluctuación en las cauciones bursátiles, con rangos diarios que van del 30% al 120% anual. Este jueves, el rendimiento caucionado promedió un 65% nominal anual, reflejando la presión sobre la liquidez y la volatilidad del mercado.
El impacto directo de estas altas tasas se observa en la disminución de los activos de riesgo. Las acciones de renta variable, tanto las locales como las ADR en Wall Street, experimentaron importantes caídas, con Banco Supervielle encabezando las pérdidas. Los bonos soberanos en dólares, como Bonares y Globales, mostraron descensos promedio del 0,6%.
Inflación y tipo de cambio: factores adicionales de incertidumbre
En paralelo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de julio alcanzó el 1,9%, acumulando un 17,3% en los primeros siete meses del año. La tendencia mensual muestra un incremento frente al 1,6% de junio y 1,5% de mayo, marcando una aceleración en los precios minoristas bajo la gestión del presidente Javier Milei desde diciembre de 2023.
En el mercado de cambios, el dólar para operaciones mayoristas se cotizó a un mínimo de $1.290, después de haber llegado a $1.374 a finales de julio. La moneda se mantuvo fluctuando entre 1.315 y 1.325 pesos, demostrando una cierta estabilidad, con la demanda sólida en niveles más bajos, lo que podría definir un nuevo nivel mínimo a corto plazo.
Visiones y retos para la administración pública
Los analistas indican que las elevadas tasas afectan negativamente la inversión en activos de riesgo, incrementando la incertidumbre tanto económica como política. La táctica oficial de disminuir las tasas de manera «endógena» necesita un manejo preciso de la liquidez, lo cual aún no se ha estabilizado, mostrando volatilidad a corto plazo y una disminución en la renovación de licitaciones futuras.
El contexto electoral de medio término también añade presión sobre el manejo de la política económica, ya que el oficialismo busca mantener estabilidad financiera mientras fortalece su representación en el Congreso. La combinación de tasas elevadas, inflación persistente y volatilidad del tipo de cambio genera un escenario complejo para inversores locales y extranjeros, con un impacto directo en la confianza y el comportamiento de los mercados.
Panorama y expectativas para los inversionistas
La jornada de este jueves evidencia la tensión que enfrentan los mercados financieros argentinos ante el desajuste de liquidez y las altas tasas de interés. La caída de las acciones locales y ADR en Wall Street refleja la sensibilidad de los inversores ante rendimientos elevados y la incertidumbre económica. El desafío del Gobierno será equilibrar tasas, tipo de cambio y financiamiento, mientras los mercados evalúan el efecto de estas medidas sobre la inversión y la actividad económica.