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Inflación de julio estimada en 1,8% y cierre de 2023 en 27,3%, según el BCRA

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Las proyecciones económicas relevadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) apuntan a que la inflación de julio se ubicará en torno al 1,8 %. Esta cifra, aunque levemente superior al promedio registrado en los meses anteriores, marca una estabilidad relativa en el proceso de desinflación iniciado tras los picos inflacionarios del primer trimestre del año.

Según las predicciones del REM, los expertos anticipan que la inflación mensual se estabilizará en niveles comparables en los meses venideros. Para agosto, se pronostica un aumento del 1,8 %, en tanto que en septiembre y octubre habría una modesta disminución al 1,7 %. Noviembre se vislumbra como el mes con el cambio más pequeño anticipado, con una inflación del 1,5 %, para después retornar al 1,7 % en diciembre.

Estas proyecciones sugieren que el año 2025 terminaría con una inflación total del 27,3 %, lo que implica una reducción significativa en comparación con los índices logrados en 2024, aunque se mantendría superior a los estándares globales. Para enero de 2026, se estima que la inflación mensual descenderá otra vez al 1,5 %.

El documento también describe cómo se prevé que evolucione la inflación subyacente, la cual no considera los precios regulados ni los estacionales. Se anticipa que esta variable tomará un rumbo parecido al del índice global, situándose en un 1,8 % en julio y agosto, descendiendo al 1,7 % en septiembre y permaneciendo en ese nivel hasta diciembre, antes de bajar al 1,5 % en enero del año próximo. Esta información es observada cuidadosamente por los analistas, puesto que proporciona un indicio más exacto sobre las tendencias fundamentales en la economía.

El comportamiento de la inflación durante julio se vio influenciado, en parte, por un leve salto en el tipo de cambio. Aunque este movimiento del dólar no fue abrupto, generó presiones sobre algunos precios, especialmente en rubros sensibles como alimentos. Según estimaciones privadas, el rubro de alimentos y bebidas mostró una aceleración que llevó la inflación semanal en ese sector a superar el promedio general.

En lo que respecta al tipo de cambio oficial, las proyecciones del REM indican una evolución ascendente, aunque moderada. Se espera que el dólar oficial promedie los 1.315 pesos en agosto y alcance los 1.405 pesos para fin de año. Esta evolución implica una suba acumulada del orden del 37,6 % interanual, superior a lo previsto por el gobierno en el Presupuesto 2025.

En el análisis se consideran tanto las variables de inflación como las de tipo de cambio, además de incluir proyecciones sobre el desarrollo económico. Según los expertos, se espera un aumento del 5 % en el Producto Interno Bruto (PIB) a lo largo del año, aunque con una reducción en la velocidad de crecimiento trimestral. El segundo trimestre habría concluido con un incremento del 0,8 %, y el tercero mostraría una ligera disminución al 0,5 %.

En relación al mercado de trabajo, se prevé que la tasa de desempleo permanezca alrededor del 7,6 % en el segundo trimestre, sin cambios significativos comparado con los valores anteriores. Este índice sigue siendo una de las mayores inquietudes en el contexto económico presente, dado que muestra la lenta recuperación del empleo después de la crisis de los años pasados.

En el ámbito fiscal, las estimaciones indican un superávit primario para el sector público no financiero de 13,6 billones de pesos, lo cual implica una continuidad en la moderación del gasto estatal. Este logro sería crucial para preservar la confianza en la política económica y asegurar la estabilidad financiera.

En lo relativo al ámbito externo, se estima que las ventas al exterior llegarán a los 81.662 millones de dólares, mientras que las compras del exterior sumarán 75.115 millones, resultando en un saldo comercial beneficioso. Este contexto ventajoso sería crucial para fortalecer las reservas del BCRA y mantener la estabilidad del tipo de cambio.

El REM también incluye proyecciones sobre las tasas de interés. Se anticipa que para los depósitos a plazo fijo de individuos, la tasa efectiva anual (TAMAR) será del 34,85 % en agosto, con una tendencia a la baja que la reduciría al 29,5 % en diciembre. Este desarrollo estaría acorde con la desaceleración de la inflación y la meta gubernamental de afianzar una política monetaria coherente con la estabilidad de precios.

Por Otilia Adame Luevano

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