Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

El campo, entre la calma y la tensión: situación económica explicada

https://media.mdzol.com/p/71b9adf6fcc296121efcd786c45ea865/adjuntos/373/imagenes/001/588/0001588825/1200x675/smart/javier-milei-y-nicolas-pino-el-acto-inaugural-la-exposicion-rural-2025.jpeg

El ámbito agropecuario enfrenta una situación donde se mezcla la estabilidad de los precios con retos persistentes en comercio e infraestructura. Aunque los índices de inflación reflejan una moderación en los precios de los alimentos, la política de aranceles a nivel mundial y las propuestas de privatizar el transporte ferroviario provocan expectativas y precaución.

Durante los últimos tres meses, los costos de los alimentos han aumentado a un ritmo más lento que el índice global. En mayo, la subida fue del 0,5 % en comparación con el 1,5 % del índice general. En junio, esta tendencia se mantuvo con un incremento del 0,6 % frente al 1,6 %. Para julio, se estima que el aumento en este sector será aproximadamente del 1,1 %, mientras que el índice global podría alcanzar el 1,8 %. Estos informes contradicen la noción de que el costo de vida está impulsado únicamente por el alza de precios en la cesta de alimentos.

El sector agropecuario experimentó un crecimiento después de un tiempo de variabilidad climática. Las precipitaciones adecuadas y el clima templado facilitaron un incremento en la producción agrícola y en el suministro de carnes, lo cual mejoró la disponibilidad y ayudó a mantener los precios estables. Este crecimiento también resultó en un mayor acceso a productos alimenticios para las familias: la capacidad de compra del ingreso en este ámbito se incrementó entre 17 % y más del 60 % en comparación con su nivel más bajo observado en marzo de 2024.

En la distribución interna, los comercios de cercanía ganan terreno frente a los grandes hipermercados, gracias a una mayor flexibilidad para ajustar precios y adaptarse a la demanda.

El contexto internacional: un respiro parcial y zonas de tensión

En el plano internacional, el diálogo entre Estados Unidos y China permitió reducir tensiones arancelarias. Ambos países acordaron recortar gravámenes: Washington bajó del 145 % a cerca del 30 %, y Pekín del 125 % a alrededor del 10 %. Sin embargo, no todos los puntos están resueltos y quedan negociaciones pendientes que podrían modificar el escenario.

Con Brasil, por el contrario, los vínculos comerciales presentan inflexibilidad. Estados Unidos estableció un arancel del 50 % sobre sus exportaciones, excepto en sectores como maquinaria, energía y metales. Esto fuerza a Brasil a redistribuir entre 350.000 y 400.000 toneladas de producción que ya no se dirigirán al mercado estadounidense, lo cual podría afectar los precios y la competitividad en la región.

China, que adquirió unas 600.000 toneladas de productos brasileños el año pasado, podría ser una vía de escape para parte de esa oferta, aunque no sin tensiones en el mercado. Entre las alternativas discutidas figura el uso de infraestructura logística argentina para reexportar hacia Estados Unidos y así evitar el impacto arancelario, aunque la escasez de insumos, el mayor costo del transporte y las restricciones de cuota complican el plan.

La privatización de los ferrocarriles: desafíos y beneficios

El transporte de mercancías por tren es el tema central de discusión debido al anuncio sobre un proceso de privatización. La propuesta pretende subastar unidades y otorgar concesiones para las vías, con la intención de dirigir los fondos obtenidos a un fideicomiso que mejorará la infraestructura concesionada.

El enfoque central se encuentra en el Belgrano Cargas, esencial para el transporte de cereales, pero también se consideran rutas importantes como el San Martín —fundamental para el sector minero y energético— y el Urquiza —dedicado al arroz, madera y celulosa—. En regiones como Entre Ríos se han comunicado proyectos de rehabilitación, aunque continúan las incertidumbres sobre si atienden necesidades técnicas o intereses políticos.

Más de 180 vagones para transporte de granos llegaron recientemente al país como parte de una renovación de flota, lo que anticipa movimientos en el sector. Empresas exportadoras y mineras se perfilan como principales interesadas, pero la apertura a competidores internacionales y la segmentación por vagones, locomotoras, trazas y talleres auguran un proceso complejo.

Un equilibrio frágil

El panorama actual combina factores de calma —como la estabilidad en precios de alimentos y la recuperación de la producción— con tensiones derivadas de la reconfiguración del comercio exterior y la reestructuración de la red ferroviaria. El campo se encuentra en un punto de inflexión, donde la oportunidad de capitalizar la estabilidad convive con la necesidad de adaptarse a un tablero económico que puede cambiar de rumbo con rapidez.

Por Otilia Adame Luevano

También te puede gustar